Las redes sociales e Internet, de forma general, conllevan el contacto con seres humanos que a veces ni conocemos, por lo que el anonimato podría inducir a descuidar las normas básica de respeto, cortesía prudencia o confidencialidad propias de cualquier interacción interpersonal. Dado que en las redes sociales cada vez es más frecuente compartir la vida de cada uno casi en tiempo real, es recomendable acrecentar el cuidado de compartir información que no implique a terceras personas que desean compartir abiertamente nada de su vida. El curso es muy interesante para desarrollar estrategias que venzan la impulsividad propia de estos medios y gane terreno la reflexión sobre las implicaciones de nuestra presencia en la red. Os dejo con un posible código de conducta:
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