Monday, February 27, 2017

Mi centro y el ABP

La actividad inicial de la unidad de esta quinta semana girará en torno a la reflexión sobre el aprendizaje basado en proyectos que se lleva a cabo en mi centro, un centro público plurilingüe de secundaria de la provincia de Granada.

Me atrevería a decir que existe un entorno favorable para el ABP dado que son muchos los compañeros que trabajan con esta metodología. De hecho, a lo largo del curso académico pasado un buen porcentaje del claustro participó en la formación en centros propuesta: el uso de la metodología AICLE y EDMODO como pilares fundamentales del plurilingüismo. Esta formación incluía un par de sesiones al ABP e incluso se llegaron a formalizar un par de proyectos interdisciplinares. No obstante, nunca se llevaron a cabo con los alumnos, lo que me lleva a la crítica constructiva del problema que voy a plantearles.

En mi centro hay muy buenas intenciones, como en casi todos los contextos, pero cojea en lo que se refiere al trabajo interdisciplinar que el ABP supone. Cuando acaba el curso académico adolecemos de la falta de tiempo, de la falta de horario y de coordinación entre el profesorado interesado, pero al curso siguiente tropezamos con la misma piedra y caemos en la misma tesitura: nuestros horarios no incluyen reuniones de coordinación plurilingüe y sin ellas es difícil encontrar el momento para la organización. Existe el currículo integrado de las lenguas, lo que podría ser una excusa excelente para trabajar por proyectos entre las diferentes asignaturas lingüísticas, por ejemplo, pero dicho currículo, bajo mi punto de vista, no es sino un punto más para el individualismo imperante del mi centro: cada cual que se dedique a sus asignatura aunque dupliquemos contenidos al alumnado en diferentes lenguas.

Las conclusiones son un poco ambivalentes. Por un lado, hay buenas intenciones y, de hecho, doy fe de que son muchos los compañeros que trabajan por proyectos en su asignatura (se crean periódicos, sistemas solares, mercadillos solidarios, mini empresas); por otro lado, la socialización rica es fundamental para un buen proyecto, lo que a su vez implica el tratamiento de ciertos temas transversales y la interdisciplinariedad propia de cualquier proyecto. En este sentido, mi centro necesitaría un planteamiento completamente diferente: no solo cuenta la intención en este caso. En primer lugar, habría que revalorar la importancia del papel de la comunidad en el proceso de aprendizaje de nuestro alumnado, de modo que el diseño, gestión y difusión de un proyecto adquiriera la perspectiva de centro y no la perspectiva que desde una simple materia se puede tener. Cada una de estas fases tendría su propia estructura de desarrollo vinculada además a diferentes propuestas de investigación que ayudarían a mejorar tanto nuestra labor profesional como el propio aprendizaje de nuestro alumnado. 

Taken from https://www.importancia.org/wp-content/uploads/Comunidades.jpg



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